viernes, 19 de junio de 2015

El plagio o la inspiración en el mundo de la moda: Ahora veamos las culturas autóctonas

Hoy por la mañana leí en The Guardian que la diseñadora francesa Isabel Marant estaba metida en un escándalo luego de lanzar al mercado este diseño -bello, por cierto-, como parte de sus creaciones para Etoile colección primavera-verano 2015.

Imagen: Twitter @SusanaHarp

Es normal que el trabajo de diseñadores sea rápidamente "objeto de inspiración" para tiendas de retail o low cost y que de esta forma llegue a las masas a un precio mucho más accesible, pero lo que no es muy frecuente -o por lo menos no sale a la luz frecuentemente- es que un diseñador sea acusado de copiar la vestimenta típica de una comunidad... Y esto fue lo que hizo la Marant.

El escándalo estalló cuando, en enero, la cantante mexicana Susana Harp publicó en Twitter una fotografía de la túnica de Marant junto a la vestimenta típica de la comunidad de Santa Maria Tlahuitoltepec, que las mujeres de la zona ya vienen luciendo por más de 600 años. La imagen rápidamente llamó la atención de los tuiteros, quienes incluso crearon el hashtag #miblusadetlaui (y obviamente luego se convirtió en tendencia).

Imagen: The Gurdian

La comunidad también ha alzado su voz de protesta, y mediante una conferencia de prensa declararon lo siguiente: "Isabel Marant está cometiendo un plagio porque la colección primavera-verano 2015 Etoile contiene los elementos gráficos propios de la blusa de Tlahuitoltepec, un diseño que ha trascendido fronteras, y no es una creación reciente como afirma la diseñadora". Ahora, la comunidad solicita una indemnización por los daños y perjuicios que Isabel Marant les ocasionó, e incluso evalúan la posibilidad de tomar acciones legales.

Por si fuera poco, el diseño de Isabel Marant se vende por internet a 230 euros, mientras que en Tlahuitoltepec la blusa tiene un precio de menos de 20 euros (300 pesos mexicanos)... Increíble, ¿no? Fue precisamente este dato lo que me hizo plantearme lo siguiente: ¿Hasta qué punto está bien apropiarse de un elemento cotidiano de riqueza cultural para construir una pieza pop con nombre propio? ¿Cómo es que un elemento cotidiano muchas veces menospreciado de pronto adquiere valor cuando tiene reconocimiento en el glamoroso mundo de la moda? ¿Se está revalorizando una prenda típica de alguna comunidad al tomarla como inspiración para una colección de diseñador?

Sin embargo, en Estados Unidos este tipo de líos no son nuevos:

Victoria's Secret tuvo que disculparse luego de que Karlie Kloss luciera en pasarela un tocado inspirado en las comunidades nativas norteamericanas...

Imagen: Zimbio

Urban Outfitters fue demandado por la comunidad Navajo para que la compañía elimine el término "Navajo" de algunas de sus prendas...

Imagen: The Guardian

Paul Smith fue duramente criticado luego de que lanzara al mercado un par de sandalias bautizadas como "Robert" y con un precio de 300 euros, inspiradas en las "Peshawari chappal", calzado típico de Pakistán... que por cierto originalmente cuestan menos de 15 euros.
Peshawari chappal y "Robert" de Paul Smith

¿Cómo está la cosa en Perú?

Así que, siempre decimos que Perú es un país pluricultural, megadiverso y variopinto, ¿no es de esperarse que estos casos ocurran en nuestro territorio? Es decir, la inspiración en lo peruano SIEMPRE es vista en las principales principales plataformas de exposición de diseño locales; ya sea en el Perú Moda o en el Lif Week siempre habrá alguna colección con tejidos, estampados o siluetas que nos recuerden elementos típicos de nuestra costa, sierra o selva.

Hasta cierto punto es rico e interesante de ver, pero yo aún sigo planteándome la duda de cuándo una prenda es apreciado y valorada, y cuando es vista con extrañeza y lejanía.

Por otro lado, y desde el punto de vista marketero, siempre, SIEMPRE, los medios pueden abrirte sus puertas un poquito más rápido, por lo que muchas veces diseñadores o incluso tiendas de retail suelen agarrarse del factor "mírame que soy bien peruano" más como un accesorio y no como un elemento de diferenciación o de valor.

Sé que, por ejemplo, Meche Correa es de las que más inspiración toma en lo peruano -y más específicamente en lo andino- pero también de las que más sutilmente trabaja este toque. La prenda no se siente "parchada" con este "feeling peruano" sino que genuinamente se siente la influencia en cada parte de ella, sin caer en la copia.



Amaro Casanova también ha trabajado en colecciones con inspiración peruana, aunque con un camino que yo siento diferente al de Meche. Recuerdo mucho la colección que presentó hace unos años en el Lif Week como inspiración en la Virgen de la Candelaria, y que más me transmitió la opulencia, elegancia, femineidad y mística que rodea  a la virgen y a su valor religioso.

Imagen: Cinnamon Style

Estos trabajos mencionados son, repito para evitar confusiones, una clara muestra de lo que se trata la inspiración. Que yo sepa hasta ahora ninguna comunidad ha sentido que estén robando parte de su identidad, ni tampoco se ha puesto sobre la mesa este tema para debatir.... ¿O sí? Me gustaría seguir ahondando en el tema. A ver si me dejan sus comentarios y si alguno de los diseñadores mencionados lee esto y se anima a darme una entrevista. :)